Mi culto al narco.

Ayer estuve pensando ke con la importancia, la presencia, el dinero y sobre todo la actitud macho de un capo, debe haber cosas que de plano no se deben ver bien con ellos.

Si bien es cierto que los hijos de los grandes capos que han detenido últimamente tienen la pinta del nuevo hombre: varonil, cuidado, bien vestido (metrosexual), tambien es cierto ke contrasta demasiado esta imagen con la anterior percepción de los narcotraficantes: dinero, opulencia, cadenas de oro, camionetotas, sombreros, macho, mujeres abnegadas, mil hijos, botas, camisas coloridas.

Creo que este cambio le ha sentado bien a la imagen del narco, sin embargo, creo también que hay cosas que jamás podrán ser ligadas a un capo. Su imagen, reputación, orgullo y demás, se verían empañados por algo así:

1. Un hijo gay.
2. Andar en un Tsuru para "economizar".
3. Ponerse chanclas para andar en la calle.
4. Un hijo emo!!! (la peor de todas)
5. Vivir en un infonavit o algo así.
6. Andar mal vestido, (especialmente si se corre el riesgo de ser capturado) [esto lo hago en aclaración a cuando aprehendieron a Zambada Jr.: El sujeto vestía extremadamente bien, su presencia era simplemente de respeto, a pesar de haber sido tomado preso, nadie se atrevió a decir una sola palabra durante la conferencia de prensa, así de imponente y respetable es; en cambio, con una vestimenta en bermudas azules, playera azul sin mangas y chanclas... uno los ve en la tele y simplemente se piensa "pobre, lo absorbió el narco"]
7. Hablar como chilango. Un narco poderoso es sinónimo de norteño.
8. Ser pasivo-tibio-tranquilo. Un narco debe darse a respetar no sólo por lo ke tiene, sino también por lo ke puede ser capaz de hacer.
9. Flaco. No he visto un sólo narco flaco. Todos deben ser corpulentos.
10. Tener un hijo ke ande de fiesta en fiesta haciendo escándalos. El narco es respetado por muchas cosas, tener un (a) hijo (a) estilo Paris Hilton andando en Sinaloa, o en Chihuahua, o en Tamaulipas, o en cualquier lugar del país, simplemente es señal de un narco junior. Deteriora la imagen de poder del padre.