Tengo algo ke decirte: ¡No mames!
¡Por eso mismo se llaman comentarios! ¡No necesariamente deben reflejar lo ke opinas, respaldado por la comunidad científica! Son meras opiniones personales.
Cambiando de tema y haciendo referencia a un post que leí sobre una chica que se encariñó mucho con su cámara. Debo decir que también me he encariñado mucho con algunos objetos: juguetes, libros, películas, cd's, pero sobre todo, con mis vasos y con mis mochilas.
Los vasos son reflejos de noches que sí pasaron. Me hacen recordar buenas y locas fiestas y muchas veces la aventura que fue conseguirlos.
Mis mochilas son mis fieles compañeras. A todos lados me siguen. La última mochila (no morral, no savage, no maletín para laptop) que compré fue en Agosto de 2005.
Me acompañó en varias crisis, en muchos viajes y en toda la facultad. En mis pedas de mediodía en baldíos, en las caminatas con los amigos, en todas las ocasiones guardó mi chamarra, mi libreta, mi pluma y mis ilusiones y esperanzas.
Al igual que con la de la prepa, esta se va a enterrar en el baúl de los recuerdos y sólo la podré ver hasta ke ese baúl se abrá. Sólo faltan 4 años para volver a ver la de la prepa.
En la foto: Su servidor jetón en la casa de Erroll en Toronto y a la izkierda mi mochila.
1 comentario:
Todo solo dura un instante, el problema es darse cuenta de ello.
Yo me encariño mucho con los libros y mis tazas de café.
Saludos.. que tenga buena semana señor
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