miércoles, 21 de enero de 2009

Un domingo cualquiera

A decir verdad creo que me estoy secando. Disculpen si esto es trillado o viejo. Hasta la fecha es algo de lo ke me enorgullezco por lo ke representa para mí. Se los dejo. Es mi obra maestra: Un domingo cualkiera.



Un Domingo Cualquiera.

Abro los ojos en el mismo instante que la televisión se enciende, la he programado en automático desde la noche anterior para que me despierte a tiempo. Me levanto aún dormido y tomo un vaso con leche fría. Subo y me recuesto, estoy soñando despierto, cuando reacciono ya estoy vestido con tenis y pantalón deportivo, listo para emprender la jornada del día.

Antes de salir de casa, tomo un fósforo y enciendo el calentador de agua, esa llama que prende y estalla de repente es mi manera de vivir la vida. A veces se apaga, a veces se enciende, pero cuando está caliente, es imposible acercarte a ella, corres el riesgo de quemarte.

Salgo, el sol viene de frente a mí, es como un milagro que viene justo en mi camino. Corro, ya es tarde, las gotas de sudor empiezan a correr por mi rostro, siento como brota ese esfuerzo desde el fondo de mi alma y al fin llego. Quince minutos después de la hora fijada estoy ahí, la cancha es imponente, tecnología de punta por doquier: un sol que proporciona alumbrado de primera, un balón del mundial de 1998, guantes para realizar trabajos de herrería y un uniforme que nada tiene de ello, la experiencia multicolor satura mis ojos al saltar a la cancha.

El primer silbatazo se hace sonar y empezamos a correr como locos tras una bola que únicamente obedece a su voluntad; ni los pies, ni las manos tienen efecto sobre ella; mucho menos los gritos que vienen de las bancas. Termina el encuentro; al final no importa el resultado, sino el esfuerzo que has dado de ti mismo, me siento satisfecho. Salgo rumbo a casa. Entró y el ambiente es tan frío como el mismo polo. Mientras subo las escaleras desprendo una a una las prendas del equipo de mi cuerpo, tomo mi toalla y entro a la regadera. El agua al principio es fría, pero después es tan caliente que no la soporto y tengo que dar la vuelta; ahora el chorro pega en mi espalda y la deja roja. Se empieza a sentir una baja en la temperatura, no sé si el agua se ha terminado o mi alma pierde la vida. Salgo y me seco al tiempo que decido que ropa usar.

Jeans, playera y converse; loción y estoy listo. La familia entera sube al auto para salir a demostrar algo que no somos: una familia. Todo se basa en las apariencias, y hay que mantenerlas. Guarda las preguntas para después, pórtate bien, mantén tu cabello acomodado, lustra tus zapatos, no digas nada tonto, actúa como si supieras lo que dices. Siempre es lo mismo; en un descuido me escabullo y fumo un cigarrillo, si hay suerte, una chica se acercará y te pedirá uno, entablarás charla y tendrás con quién salir la próxima semana; sino, confórmate con pensar en los buenos ratos que pasaste con tu exnovia y sigue mandando mensajes que nunca serán contestados.

Las horas se han ido, ha parecido una eternidad pero al fin el martirio ha terminado. Regresas a casa, odias tu casa, la odias porque sólo es tu casa, y en realidad tu quisieras llegar a tu hogar. Es un repelente y sales tan rápido como has llegado. Caminas sin rumbo, piensas y escuchas música mientras enciendes otro cigarrillo. Te sientas en la banqueta de una esquina a ver como pasa la gente y les inventas grandes historias: Ese gordito sonriente probablemente va a embutirse una rica hamburguesa después de un largo paseo y 3 helados en la alameda; esa pareja tomada de la mano pero con caras largas probablemente acaba de disgustarse porque no alcanzo la función que querían en el cine; ese señor que lleva un signo de interrogación en la frente, deambula hace días con su traje gris de burócrata, se pregunta como le va a decir a su esposa que lo han corrido y se dedica a vender zapatos... tal vez sea cierto, tal vez no; tal vez todo sea producto de mi imaginación.

Piensas en todo el tiempo que tienes libre ahora que ella ya no está. Piensas en lo que estarías haciendo si ella siguiera a tu lado: probablemente estarías con ella en su casa, comiendo, riendo, platicando, y probablemente unas horas después, la estarías besando y jugarías fútbol de nuevo con su familia. La extrañas, y luego te acuerdas de lo demás y la odias.

Piensas en como es tu vida y te das cuenta que eres bueno para irte, y siempre vas a ningún lado a toda velocidad, te falta estabilidad. Se te ha ido la tarde y como por arte de magia apareces de nuevo frente a tu casa, quitas los audífonos de tus oídos y entras, tomas un vaso de agua y subes. Enciendes la PC, revisas correo y simplemente sigues con la monotonía de siempre. Sientes que algo te falta, algo se ha perdido en el camino; te palpas en las bolsas, pero ahí están tu cartera, el celular y las llaves; creo que he perdido el corazón, lo debí haber dejado en aquella esquina donde me senté y derrame lágrimas. Quiero regresar a buscarlo pero es demasiado tarde; me siento vacío y pienso en el último alimento que ingerí, pero apenas comiste hace 2 horas. El vacío lo dejó ella cuando se fue.

Quieres llamarla, pero no debes, es mejor así, sólo te lastimas. Apagas la PC y enciendes la TV, la apagas al momento porque lo único que habita en la programación son películas tontas de amor, tan tontas que te hacen recordar como eras con ella.

Mejor intentas dormir, mañana será un nuevo día, esperas que sea diferente esta vez, esperas no pensar en ella mañana; cierras los ojos, respiras profundo, sueñas, la tortura semanal ha terminado.

2 comentarios:

Rose dijo...

No se como pero volando entre blog s y letras caigo aqui y es algo quizas raro y al igual interesante que tu domingo cualquiera sea mi lunes, martes miercoles, jueves, viernes, sabado, y domingo cualquiera. oses leerte fue como escucharme a mi misma pensar pero lo unico es que tu si tienes la capacidad de expressar eso sin sonar que estas chillando o reclamando. en fin me agrada mucho tu blog y creo que esperaare aver que mas tienes que decir.

saludos rose

Lola ^^ dijo...

Aww que bonita entrada :) yo tmb a veces me siento así, cmo que alguien me dejo un vacío que no puedo llenar :( a veces lo quiero llenar con comida porque soi una comedora emocional hehe pero a veces lo kisiera sudar fuera de mi cuerpo i me pongo a correr :P i tu juegas futbol??
bueno, me gusto mucho tu entrada, saludoz :)