domingo, 14 de abril de 2013

Sin ofender...

Estuve recordando a muchos niños pequeños y lo que querían ser de grande. Había bastantes futuros bomberos, soldados, policías, doctores, traileros, futbolistas y astronautas. 

Y me emociona esto porque a final de cuentas son profesiones y oficios que representan un modelo a seguir ante los pequeños, tienen algo que les llama la atención y que desean hacer. Son las personas que  van a aparecer en los programas de los niños pequeños. Van a ser los chicos buenos. 

Más curioso aún que pensar en los trabajos que quisieran los pequeñines, me pareció los que nunca quieren. Y hoy, hoy me topé con uno de los que ningún niño jamás ha expresado querer ser.

Hoy, circulando por las calles, un baboso se quedo frente a mí, bloqueando el paso en su estúpido Tsuru del año del caldo. Iba con la que asumo era su novia o esposa y un pequeño niño atrás. No le insulté. Sólo recalqué la realidad.

-¡Tenías que ser taxista mano!

Sin ofender a los señores taxistas que tantos paros me han hecho en las madrugadas, puedo decir con entera certeza que su oficio es uno de los que ante los ojos de toda la sociedad, incluidos los niños, nadie jamás sueña ser.

Bien ganado se lo tienen.


Saciamorbos: Haberle dicho eso, frente a su pareja y el otro pequeño, fue un gran golpe, una cachetada con guante blanco, porque sin querer, se busco una humillación ante esas personas. Confieso que sentí bastante placer con ello.

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